Hace un par de días que dejamos atrás el caluroso Lima para adentrarnos en lo más profundo de Los Andes peruanos.
Nuestro objetivo: la hermosa ciudad de Cuzco, antigua capital del imperio inca.
En vez tomar un vuelo directo o llegar en autobús rodeando la costa decidimos cruzar por mitad de la cordillera andina a través de sus tortuosas carreteras.
Es la ventaja de viajar con tiempo, puedes permitirte unos cuantos días para disfrutar del camino 😉
Tras 8 horas de paisajes impresionantes e innumerables curvas llegamos a nuestra primera parada en ruta: la ciudad de Huancayo, a nada menos que 3.200m de altitud.
Vipassana Senxperience II: desde fuera
En el post anterior te contaba las extraordinarias sensaciones que experimenté en el curso de meditación Vipassana que acabo de terminar.
Ahora quiero contarte la otra cara de la moneda: el difícil entorno y las estrictas condiciones que debes aceptar para alcanzar ese grado de concentración y profundidad mental.
Y es que tomar un curso Vipassana es una experiencia maravillosa, pero al mismo tiempo llega a hacerse muy muy duro.
¿Por qué? Ahora te cuento:
Vipassana Senxperience I: desde dentro
Terminó. Estoy de vuelta en el mundo real. Pero la (mi) realidad ya es otra.
Acabo de salir del curso de meditación Vipassana en el que he pasado los últimos diez días. Y la experiencia ha sido… Indescriptible.
¿Cambio o evolución?
Programé esta publicación hace una semana para que apareciese hoy, por lo que ahora mismo yo debo de estar en mitad de mi curso de meditación Vipassana a las afueras de Lima.
Sin móvil ni internet, sin hablar con nadie desde hace días y en pleno proceso de redescubrimiento personal.
Esto es Lima
Una inmensa ciudad a orillas del Pacífico con barrios que se extienden hasta donde alcanza la vista.
Un lugar seco y árido, pero cuyo encanto de la gente y deliciosa comida te acaban convenciendo.
‘Alfajor’, el mago del marketing
A pesar de estar al lado del mar el calor era seco y penetrante.
Las olas se escuchaban romper contra las rocas mientras unas 40 personas esperábamos pacientemente a que saliera nuestro autobús de regreso a Lima.
Estaba en la playa de Los Lobos y acababa de dejar a Sarah en el centro de yoga donde pasaría dos semanas como voluntaria.
Nos veríamos allí de nuevo en quince días, pero hasta entonces me encontraba otra vez solo con mi mochila como compañera de viaje
La deliciosa bienvenida de doña María
Después de 13 horas de vuelo llegamos a Lima con cansancio, 6 horas de jet-lag y mucha, mucha hambre.
En vez de tirar hacia el popular barrio de Miraflores donde suelen ir todos los turistas, optamos por un hostel en el tranquilo distrito de Los Olivos, al este del aeropuerto.
Nos las apañamos para llegar en una destartalada mini-van de ruta y, tras dejar las mochilas en nuestra habitación, salimos a dar una vuelta por el barrio en busca de algo que comer.
El Máster más caro del mundo
Hace ya 4 meses que dejé un trabajo estable como ingeniero en Alemania para descubrir, con la mochila al hombro, todo lo que el mundo todavía podía ofrecerme.
Y así comencé el mejor máster en Inteligencia Emocional que se puede cursar hoy en día.
Un máster impartido por la Universidad del Planeta y teniendo a la Humanidad como profesorado.
El mejor máster, sí, y también el más caro.
Pero no caro por el dinero que cuesta, sino por el precio que hay que pagar para cursarlo.
The best? The people :D
Since I arrived back home after 10 weeks in Asia, the question I’ve been asked the most is this: What was the best of your trip?
And it’s not an easy question to answer.
I’ve seen amazing beautiful places, ate super tasty food, lived very intense experiences…
But for me there is a clear winner: THE PEOPLE.
Lo peor que te puede pasar
Al comenzar este viaje de 10 semanas por Asia he de reconocer que me iba con muchos miedos en la cabeza.
Miedos propios y ajenos. Miedos inherentes y adquiridos.
Miedos generados por aquellos que te quieren y se preocupan por ti. Y también miedos de aquellos que gustan del cuñadístico “no-conozco-pero-opino”.
Contrastes del ‘mundo real’
Ahora sí, ya estoy en casa 🙂
Home, la primera, la original. Mi conocido e inalterable Tres Cantos resulta confortable y a la vez extraño.
Estar aquí sentado en el sofá de casa, viendo la tele junto a mi abuela, como si el tiempo se hubiera detenido en octubre.
Como si hubiera despertado de la siesta y todas estas semanas de autostop y aventuras por Asia fueran producto de un largo sueño.
Pero no, sé que ha sido real. Intensa y brutalmente real.
Mochilas y Despedidas -> Cerrando un ciclo
Y entonces, tan amargo como inevitable, llegó el día de regresar.
Después de cruzar a dedo los 650 km desde Vientiane (Laos) conseguí llegar en un sólo día a mi último destino del viaje: Bangkok.
‘AMAR’
Durante la cena de hace unos días, compartiendo mesa con un par de chicas italianas y francesas, conversamos sobre lo curioso del verbo ‘amar’.
Y es que no todos los idiomas tienen una palabra que describa esta emoción con tanta intensidad y fuerza.
El «I love you» en inglés o el «ich liebe dich» en alemán se quedan a medio camino de escuchar un «te amo», «ti amo» o «je t’aime».
Hitch-haters
Hace unos días recibí un comentario que me hizo cuestionarme la ‘legitimidad moral’ de hacer autostop.
¿Acaso viajar gratis en coches ajenos, con conductores que manejan menos dinero que tú, resulta moralmente reprochable?
¿Te aprovechas DE ellos o sólo aprovechas la oportunidad de viajar CON ellos?
Antes tenía mis dudas, sin embargo la experiencia de hoy me ha desvelado la verdadera realidad de cómo ven el autostop en Asia.
Tranquilo, que todo va bien :)
Cuando ayer abrí los ojos a las 8 de la mañana sabía que tendría un largo día por delante. Pero nunca imaginé lo brutalmente largo e intenso que iba a resultar.
Mi objetivo era cruzar a base de autostop los casi 200 km que separan Luang Prabang de Vang Vieng, en el norte de Laos.
No parece mucha distancia, pero teniendo en cuenta que hablamos de la zona más montañosa del país, me iba a llevar su tiempo.
Si es diferente, pruébalo
Eran las 3 de la tarde cuando salí del Big Brother Mouse y caminaba por las calles de Luang Prabang de regreso a mi hostel.
Mi estómago empezó a rugir al pasar por los puestos de comida de la avenida principal y entonces recordé que no había tomado nada desde el desayuno.
Me acerqué a uno de los bancos de madera frente a los puestos mientras se me hacía la boca agua viendo el menú de zumos, bocadillos y postres.
Me decidí por unos pancakes con miel y plátano, acompañados de un enorme batido de mango y papaya, todo por algo más de 2€. Adoro este pueblo 😀
Enseñar para seguir aprendiendo
Después de dos meses de extrema intensidad viajera, quería (más bien necesitaba) encontrar un lugar en Laos que fuera tranquilo y barato para pasar mi última etapa del viaje por Asia.
Luang Prabang fue la respuesta que buscaba. Esta pequeña ciudad en el centro de Laos fue un sorprendente descubrimiento.
Das Leben ist kein Ponyhof
Este es un conocido dicho popular alemán y se traduce como «La vida no es un establo de ponys».
Viene a recordarnos que en la vida no todo es siempre fácil y bonito, algo que no hay que olvidar cuando todo te sale bien.
La magia del ‘backpacking flow’
Ayer fue día de despedidas, la parte más amarga del viajero.
Después de esta intensísima semana me despedí de David, mi anfitrión en Chiang Mai, compañero de aventuras y ahora un gran amigo en el camino.
También dije adiós a las inigualables Crazy Russians.
Adiós a su Cum Laude en viajar barato, su «конечно! We are travellers!» y su irreverente forma de ver la vida.
Parecía que me tocaba seguir adelante en solitario, pero no.
Cuando tu zona de confort revienta en pedazos
Este viaje no son sólo vacaciones.
Para mí es un camino de aprendizaje y autodescubrimiento.
Hasta ahora iba dando pequeños pasos para salir poco a poco de mi zona de confort, pero entonces llegaron las Crazy Russians y volaron esa burbuja por los aires.